Las Pedroñeras

La capital del ajo

Las Pedroñeras, cuenca

El Alojamiento El Cautivo está enclavado en pleno corazón de la comarca de La Mancha, en Las Pedroñeras, un municipio que se ha ganado un lugar destacado tanto en España como a nivel internacional por un producto único: el ajo. Esta localidad es el hogar del afamado Ajo Morado de Las Pedroñeras, un producto con Denominación de Origen Protegida (DOP) que destaca por su calidad, sabor y propiedades excepcionales.

La ubicación de Las Pedroñeras facilita el acceso a puntos icónicos de la Ruta de Don Quijote, como El Toboso, donde se encuentra el Museo de Dulcinea; Belmonte, hogar de un imponente castillo medieval; y Campo de Criptana, famoso por sus molinos de viento. Además, los visitantes pueden disfrutar de los paisajes manchegos que, con sus viñedos, olivos y campos de cereales, ofrecen un marco ideal para el descanso y la inspiración.

Encanto manchego

Belmonte

A 15 km de Las Pedroñeras

Belmonte combina historia, arquitectura imponente y tradiciones manchegas. Este municipio, con su inconfundible silueta dominada por un majestuoso castillo, es uno de los grandes tesoros culturales y turísticos de la región.

Más allá del castillo, el casco antiguo de Belmonte invita a pasear por sus calles empedradas y descubrir un rico patrimonio arquitectónico. Entre los lugares más destacados se encuentra la Colegiata de San Bartolomé y el Palacio del Infante Don Juan Manuel.

Castillo medieval de Belmonte en Cuenca
Colegiata de San Bartolomé en Belmonte
Molino de viento de campo de Criptana
Tierra de gigantes

Campo de Criptana

A 40 km de Las Pedroñeras

En el corazón de La Mancha, entre ondulantes campos de trigo y viñedos, se encuentra Campo de Criptana, una localidad de la provincia de Ciudad Real que ha sabido preservar la esencia más pura de Castilla-La Mancha. Este pintoresco pueblo es famoso en todo el mundo por sus majestuosos molinos de viento, que inspiraron a Miguel de Cervantes en su inmortal obra Don Quijote de la Mancha.

El entorno de los molinos es especialmente mágico al amanecer y al atardecer, cuando la luz tiñe el paisaje manchego de tonos dorados y rojizos, creando postales inolvidables.

Vista general de Campo Criptana en Castilla la Mancha